Palma tiene mucho que ofrecer, comida de primera clase, buenos vinos, playas paradisíacas y muchos lugares que visitar y conocer. El casco antiguo es una de las zonas más atractivas de Palma, donde podrá disfrutar de la noche con su gran variedad de bares, pubs y restaurantes, especialmente en el barrio de La Lonja.  

En esta zona, podemos encontrar la Lonja de Palma, que después de la hermosa catedral gótica de Palma es uno de los lugares a admirar en esta hermosa ciudad. Veamos un poco la historia de este mítico edificio y lo que nos ofrece la Lonja. 

La Lonja Palma

La Lonja es una maravilla del gótico flamígero, construida en el siglo XV. Su historia comienza en 1426, cuando el colegio de mercaderes de Mallorca encargó este edificio público al arquitecto Guillem Sagrera. La construcción se llevó a cabo entre 1425 y 1452.

Su objetivo, además de cubrir las necesidades funcionales de compra y venta de productos, era ennoblecer la profesión de comerciante. Por ello, se solicitó una grandiosa lonja, adornada con numerosas estatuas de santos y ángeles e impresionantes elementos arquitectónicos.

De ahí su ubicación junto al puerto de la ciudad, al que llegaban la mayoría de las mercancías que se ponían a la venta en su interior. Y, además, muy cerca de la Catedral y del Palacio Real de la Almudaina, sedes del poder civil y religioso.

La Lonja de Palma de Mallorca fue durante cientos de años la principal sede del comercio de la ciudad. Sin embargo, en el siglo XVII se convirtió, prácticamente, en un mero almacén de mercancías y productos agrícolas. En siglos posteriores este espacio adquirió diversos usos: cárcel, hospital y almacén de pólvora, entre otros.

Desde finales del siglo XX, se utiliza como sede ocasional de una gran variedad de exposiciones. 

Arquitectura de la Lonja

El exterior de la Lonja de Palma de Mallorca puede no parecer demasiado llamativo. Se trata de una construcción prismática, siendo casi un cubo. Esto genera cuatro fachadas, todas ellas decoradas con algunos detalles significativos. Especialmente en ventanas, puertas y en la fachada principal, donde se encuentra el pórtico.

Sobre la puerta de entrada, hay una gran escultura de piedra arenisca del Ángel de la Guarda, atribuida al propio Guillem Sagrera, que era escultor además de arquitecto.

En las esquinas principales del edificio, hay tres imágenes religiosas talladas en piedra arenisca, la cuarta lamentablemente desaparecida. Varios de los desagües del tejado están enmarcados por gárgolas grotescas.

Además, cuenta con arcos apuntados en las ventanas ricamente decorados con filigranas de piedra que, junto con el resto de puertas del edificio, trasladan la intensa luz natural de Mallorca al interior del edificio.

Toda esta luz nos permite disfrutar de la auténtica joya artística de la Lonja, su interior. Es rectangular y está dividido en tres naves. No se trata de una división física, sino visual, marcada por los pilares que sostienen las bóvedas de crucería. 

La LONJA

Los pilares, sin base ni capitel, son un auténtico alarde arquitectónico, ya que están retorcidos y terminan directamente en los nervios de las bóvedas, simulando enormes palmeras de piedra.

Qué hacer en los alrededores de La Lonja

La Lonja es mucho más que un lugar histórico, a su alrededor puedes encontrar muchos lugares de ocio, para comer y tomar algo.

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Salir a comer o a cenar

Si por algo destaca el barrio de La Lonja es por su variada y nutrida oferta gastronómica. El gran clásico del barrio, con más de 20 años de historia, es el Forn de Sant Joan. Al ser uno de los restaurantes más conocidos de la zona, suele ser necesario reservar mesa con antelación para degustar los deliciosos sabores mediterráneos que ofrece. Otro veterano es La Paloma. Su autenticidad e historia hacen que sus tapas de carne y pescado sean conocidas en toda la isla. 

El Viejo Vagón es heredero de otro clásico, Orient Express, y mantiene su estética entre vagón y estación de la época del tren romántico. También puede visitar el Ocho Kitchen, ubicado en un edificio bellamente restaurado. Es un restaurante situado muy cerca de La Lonja de Palma que ofrece un menú diario con sabores mediterráneos y escandinavos.

Cervezas, vinos y tapas

En La Lonja hay muchos lugares donde se puede disfrutar de cervezas y tapas. Si prefiere el vino, la opción ideal es Wineing. En Wineing utilizando una tarjeta chip puedes servirte los vinos deseados y pagar al final. 

Para tapear, Chez Camille es uno de los lugares más de moda del barrio y destaca por su combinación de ostras y champán. La Bóveda es otra opción, es un restaurante romántico, perfecto para cenar y degustar tapas tradicionales vascas y otras.

Bebidas y cócteles

Tampoco faltan lugares para consumir todo tipo de licores. Merece la pena dejarse caer al menos una vez por el casi mítico y extremadamente kitsch Abaco, famoso por su música clásica, siempre a un volumen brutal, y sus otras composiciones y arreglos de frutas y flores. 

En Opio también se puede cenar al son de los DJs. Neo Cultural es famoso por sus cócteles, y también se puede comer algo. El Club El Barbero destaca entre los bares con música house, techno y otros ritmos de baile. 

En el Jazz Voyeur Club se puede escuchar jazz en directo y es un referente de este género en las Islas Baleares. Está gestionado por los responsables del prestigioso festival internacional del mismo nombre y acoge conciertos todas las noches de martes a sábado.

Ir de compras

También puede encontrar tiendas en el barrio de La Lonja. Dentro de sus límites se encuentra un enorme espacio de estilo de vida, Rialto Living, donde se puede encontrar de todo, desde ropa y accesorios hasta telas, perfumes, muebles coloniales e incluso libros. La ropa ibicenca y boho-chic del precioso Árbol de la Vida también merece una mención especial.